Reina Hatshepsut

Reina Hatshepsut

Introducción a la Reina Hatshepsut

La Reina Hatshepsut es una de las damas más célebres y más potentes de la historia del antiguo Egipto. Hatshepsut fue faraones de la 18ª Dinastía y rompió los papeles y los estereotipos establecidos hasta el momento, conduciendo por sí misma a Egipto a través de un largo y próspero periodo de apogeo. Su extenso reinado estuvo marcado por diversos proyectos de construcción, expediciones comerciales y una paz equilibrada.

Se podría sostener lógicamente la afirmación de que Hatshepsut fue faraones tanto como regente como finalmente faraona. A veces alguien asume un papel o una responsabilidad y se sorprende de lo bien que desempeña dicha función. No solamente Hatshepsut reclamó su legítimo lugar, sino que lo revendió de un modo que lo hacía personificando la imagen de autoridad del rey y de su unidad.

Importancia Histórica

Hatshepsut asumió el poder alrededor del año 1479 a.C. como regente de su hijastro, Tutmosis III, quien no podía ser rey aún por ser demasiado joven. Con el tiempo, ella adoptó plenamente el poder de faraón, una maniobra política significativa. Hatshepsut consolidó su derecho al trono asociándose con los dioses, especialmente Amón, y apareciendo con vestimenta masculina, incluyendo la barba postiza que simbolizaba la realeza.

Su reinado marca un período culminante del Imperio Nuevo, conocido por su estabilidad, riqueza y poder. Mientras que muchos faraones eran recordados por sus campañas militares, Hatshepsut se centró en fortalecer el corazón de Egipto mediante la religión, la arquitectura y la diplomacia internacional.

Los Ingenieros Constructores de Hatshepsut

El gran legado que dejó Hatshepsut es su espléndido templo funerario de Deir el-Bahari, en la proximidad del Valle de los Reyes en Luxor. Excavado en los acantilados de la ribera de la orilla occidental del Nilo, el templo es considerado una verdadera obra maestra de la arquitectura del antiguo Egipto. A lo largo de la composición arquitectónica se presentan columnatas y terrazas que alternan con relieves que denotan por una parte la brillantez artística y por otra parte la devoción religiosa.

El templo de Hatshepsut fue un lugar de culto y, a la vez, una herramienta política desde la que se hacía constar su nacimiento divino y su derecho exclusivo a gobernar Egipto. Existen numerosas escenas que dejan constancia de la expedición realizada por la reina hacia la tierra de Punt, centrándose en sus logros en la expansión de las redes comerciales egipcias y el regreso con los bienes exóticos de la tierra de Punt: el incienso, el ébano, el oro, etc.

Hatshepsut participó en importantes proyectos constructivos a lo largo y ancho del país, restaurando templos, levantando obeliscos, promoviendo el culto a Amón, etc. Semejantes obras han de ser comparadas magnitud y propósito con aquéllas de los faraones varones.

Representación y Arte

El reinado de Hatshepsut fue un periodo especial en el que la representación real se transformó. Muchas veces ella escogió representarse a sí misma como hombre para poder graduar su autoridad dentro de una institución patriarcal que, en principio, limitaba el acceso de las mujeres a las funciones en el ámbito político. Eso le permitió evitar los límites que imposibilitaban la representación de las mujeres. En estatuas y relieves aparecen pruebas que son alternancias entre lo masculino y lo femenino. A pesar de que la mayoría de las veces ella usaba aspectos masculinos tales como el tocado nemes y la barba postiza, sus rasgos faciales se preservaban como delicados.

Sea como fuere, el uso de esta representación de género fue una estrategia artística deliberada. Le permitió hacer visibles los poderes del rey al tiempo que se movía por los límites de ser mujer dentro de un trono que no era el suyo y que estaba ocupada sólo por los hombres. Algunas representaciones también tenían una finalidad política: establecer su legitimidad en su tiempo y ponerla a prueba para la posteridad.

Desafíos y Herencia

Al morir Tutmosis III, Hatshepsut ocupó el trono por completo. Hacia el final de su gobierno, se pusieron en marcha esfuerzos sistemáticos por borrar el recuerdo de Hatshepsut: se eliminó su nombre de los papiros, se erosionaron sus estatuas y la destrucción de algunos de sus monumentos. La acción, política sin duda, estaba orientada a restablecer una sucesión masculina más habitual que la propoganda impuesta por la reina Hatshepsut.

A pesar de los intentos de borrar su legado, el mismo ha sobrevivido. La arqueología moderna ha podido rescatar su historia contándola como la historia de una de las reinas más eficaces y con visión de futuro del antiguo Egipto.

¿Por Qué Aprender de la Reina Hatshepsut?

La historia de la Reina Hatshepsut es un ejemplo extraordinario de la determinación y el ingenio en un mundo de hombres, el arte y la arquitectura que llegó a promover, y ese periodo de paz y prosperidad que ella hizo posible—un componente clave de su legado.

Visitar su templo funerario de Deir el-Bahari puede significar para el viajero la oportunidad de conocer uno de los edificios más emblemáticos, más hermosos del antiguo Egipto, con sus majestuosas terrazas, sus espectaculares relieves, y la historia de su vida que hace revivir a través de themas representados, continentes de su visión y su determinación.

Cualquiera interesado en la historia antigua, los roles de género o las mujeres líderes encontrará en Hatshepsut un capítulo fascinante y profundo en la cronología de Egipto.

 

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