Ptolomeo V Epífanes (210-180 a.C.) fue el quinto faraón de la dinastía ptolemaica, ascendiendo al trono a la temprana edad de cinco años tras la muerte de sus padres, Ptolomeo IV Filopátor y Arsinoe III, en circunstancias sospechosas. Su reinado, que duró desde 204 hasta 180 a.C., estuvo marcado por la inestabilidad política interna, las intervenciones extranjeras y la pérdida de territorios clave del imperio ptolemaico.

Inicios Turbulentos
Al ser un niño al asumir el trono, Ptolomeo V estuvo bajo la regencia de cortesanos corruptos, como Sosibio y Agatocles, quienes manipularon el poder hasta ser derrocados en una revuelta en 202 a.C. Durante su infancia, Egipto fue atacado por fuerzas externas, principalmente por el Imperio Seléucida de Antíoco III y el rey macedonio Filipo V, quienes aprovecharon la debilidad del reino para atacar sus territorios en Asia Menor y el Levante.
La Quinta Guerra Siria y Pérdida de Territorios
Ptolomeo V enfrentó la Quinta Guerra Siria (202-196 a.C.), durante la cual el imperio seléucida capturó Coele-Siria (actual Palestina y Líbano), un territorio clave para los ptolemaicos. Aunque las fuerzas egipcias lograron defenderse en algunas ocasiones, finalmente los Ptolemaicos perdieron la mayoría de sus territorios fuera de Egipto, consolidando su poder únicamente dentro del valle del Nilo.
Paz y Matrimonio con Cleopatra I
En 194 a.C., se firmó la paz entre Ptolomeo y Antíoco III, sellada con el matrimonio de Ptolomeo V con Cleopatra I, hija de Antíoco. Este matrimonio fortaleció la relación entre Egipto y el Imperio Seléucida, aunque el reino ptolemaico nunca recuperó su poder fuera de Egipto.
Insurrecciones Internas y la Piedra Rosetta
El reinado de Ptolomeo V también estuvo marcado por rebeliones internas, especialmente en el Alto Egipto, lideradas por Horwennefer y Ankhwennefer. A pesar de las dificultades, Ptolomeo fue coronado oficialmente en 196 a.C. en la ciudad de Menfis, donde los sacerdotes emitieron el famoso Decreto de Menfis, inscrito en la Piedra Rosetta, que conmemora su ascenso y proclamaba su culto divino.
Muerte y Legado
Ptolomeo V murió en 180 a.C., presuntamente envenenado por cortesanos que temían el coste de las guerras que planeaba contra el Imperio Seléucida. Fue sucedido por su hijo, Ptolomeo VI Filométor, pero su reinado marcó el inicio del declive definitivo del poder ptolemaico en el Mediterráneo.
A pesar de las crisis de su gobierno, Ptolomeo V es recordado por la Piedra Rosetta, que permitió siglos más tarde descifrar los jeroglíficos egipcios, un legado cultural invaluable.
